La alimentación en el embarazo debe ser balanceada y generalmente igual al régimen alimenticio acostumbrado por la mujer. La mayoría de las embarazadas normales deben ingerir entre 2,000 y 2,500 calorías. La embarazada necesita una cantidad de proteínas mayor que las demás personas. La ingestión diaria recomendada es de 70-80 gr y las 2/3 partes de ellas deben ser de origen animal; el resto de vegetales como los frijoles, el trigo y los cereales.
Las necesidades de carbohidratos aumentan a medida que avanza la gestación y contituyen la fuente de energía más importante de la dieta. Los requerimientos pueden ser de 150 gr en el primer trimestre y se aumenta 200 en el último.
Las necesidades de carbohidratos aumentan a medida que avanza la gestación y contituyen la fuente de energía más importante de la dieta. Los requerimientos pueden ser de 150 gr en el primer trimestre y se aumenta 200 en el último.
Es importante abstenerse de consumir golosinas y obtener los carbohidratos de una alimentación adecuada. La ingestión de grasas durante el embarazo se hace necesaria para mejorar el metabolismo de los lípidos por el feto y también como vehículo de algunas vitaminas. El promedio de consumo de grasas es de 100 gr.
La mujer embarazada debe consumir en promedio 2 litros de agua al día. La constipación durante el embarazo se agrava generalmente por la falta o la inadecuada ingestión de agua. Las necesidades de calcio, hierro, vitaminas A y complejo B, ácido fólico, se obtienen de una dieta balanceada, sin embargo durante el embarazo aumentan los requerimientos por lo que es importante algún complemento vitamínico diseñado para embarazadas prescritos por el médico.
Por último, una alimentación balanceada durante la gestación, asegura un crecimiento fetal adecuado y un recién nacido sano, además que favorece una lactancia exitosa.
Dra. Susana Soto López
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