La mujer embarazada experimenta cambios en sus preferencias alimentarias que se relacionan con variaciones en su sensibilidad gustativa.
La embarazada puede encontrar desagradable el sabor o el olor de algunos alimentos que le gustaban antes de la gestación. Por el contrario, puede experimentar una marcada apetencia por productos que no eran de consumo habitual.
Este fenómeno responde a alteraciones producidas por el trastorno hormonal que el embarazo representa. Estas aversiones o apetencias no tiene importancia si no alteran o interfieren en la realización de una alimentación variada y equilibrada.
Fuente: Ruíz-Cabello y colaboradores. Consejos de salud en embarazadas. FMC.
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