lunes, 3 de febrero de 2014

Cambios en la piel

Como mujeres el cuidado de nuestro cuerpo incluye también la piel, por lo que a continuación se exponen cambios en las diferentes etapas de la vida, en donde se pueden presentar algunas condiciones que no son normales. 

Pubertad
Aparece el vello púbico y axilar. Se pueden presentar condiciones en las mujeres que ameritan valoración médica como: 
* Síndrome de ovario poliquístico: Hay un grupo de mujeres que produce un exceso de testosterona acompañado de ovarios poliquísticos. Se caracteriza por menstruación irregular, aumento de vello con patrón masculino (hirsutismo), acné, aumento de peso.  
* Acné: La testosterona tiene efectos importantes sobre el folículo piloso y secreción de sebo. Lo que a la larga si no hay un tratamiento oportuno, puede llevar a cicatrices faciales que afectan el autoestima de la persona. 

Ciclo menstrual 
Los cambios cutáneos durante el ciclo menstrual habitualmente son transitorios y poco importantes. Incluyen aumento en la producción de sebo antes de la menstruación, lo que puede producir erupciones acneiformes en la cara y ocasionalmente en la espalda. 

Gestación
* Estrías gravídicas: Son lesiones lineales de color púrpura-rojo que con el tiempo pierden la coloración y se atrofian, dejando un aspecto similar a cicatriz. Una posible asociación es la sobredistensión de la piel, que produce rotura de las fibras de colágeno de la dermis a medida que crece el útero. Otra teoría se asocia con cambios hormonales. 
* Melasma: Máscara de la gestación, porque produce un aumento de la pigmentación de la piel facial, particularmente sobre las mejillas. Asociada con cambios hormonales. Habitualmente desaparece cuando ha finalizado la gestación. 

Climaterio y menopausia
La menopausia marca el final de la vida reproductiva de una mujer. Lo que caracteriza esta época es una atrofia progresiva de la dermis y de cambios que dan lugar a pliegues y arrugas. Este proceso también afecta la vagina y la vulva. 

La piel de la mujer se ve afectada por los numerosos cambios hormonales que se producen durante toda su vida. El grado en el que cada mujer se ve afectada depende de factores genéticos y ambientales. Es importante conocer el entorno hormonal, por lo que al identificar algunos cambios se debe acudir al médico para una mejor orientación y prescripción ya sea de medicamentos o cremas para mantener una piel sana.  

Dra. Susana Soto López

Consejos para los cuidados de la piel de la vulva

Con frecuencia nosotras como mujeres intentamos limpiar con mucho afán el área de la vulva (área genital) y evitar infección, situación que hace que las cosas empeoren provocando ardor e irritación. 

A continuación se presentan algunas propuestas para aliviar los síntomas y prevenir irritación adicional. Las mujeres con piel sensible deben tener más cuidado. 

* Lavar la vulva no más de una vez al día (a menos que el médico señale otra indicación por circunstancias especiales), utilizando sólo agua y shampoo para higiene íntima, no utilizar manopla o esponjas, sino simplemente las puntas de los dedos. 

* Evitar jabón con perfumes, duchas vaginales, polvos o medicamentos de venta sin receta en esta zona. 

* Si cualquier medicamento tópico que se le ha recetado le produce quemazón, dejar de utilizarlo y comentarlo con el médico. 

* No utilizar protectores diarios. 

* Cuando esté presente la menstruación, utilizar toallas sanitarias de algodón y sin aroma. 

* Prevenir el estreñimiento añadiendo fibra a la dieta (cereales rico en fibra, ingesta abundante de agua o laxantes a base de psyllium plántago) 

* En caso de irritación agregar frío a través de geles congelados o hielo envueltos en toalla para aliviar los síntomas, sin abusar. 

* Utilizar lubricantes con la actividad sexual a base de agua. 

* Algunos espermicidas o preservativos de látex pueden ser irritantes por lo que es necesario consultar al médico. 

Estas son algunas recomendaciones para la higiene íntima. 

Dra. Susana Soto López

Secreción vaginal normal

Las secreciones vaginales normales están formadas por moco, células muertas desprendidas desde la superficie de la vaginal y del cuello del útero, glóbulos blancos y muchas bacterias normales (lactobacillus que habitan en la vagina), además de proteínas y líquido. La secreción vaginal normal es blanca y fluida o cremosa, con frecuencia con olor. Esta secreción puede ser abundante o escasa. 

Antes de la pubertad y después de la menopausia la concentración de estrógenos es baja, por lo que la vagina está bastante seca, y hay poco líquido vaginal. Cuando aumentan las concentraciones de hormonas, la piel de la vagina se vuelve más sana, más fuerte y más gruesa, y el volumen de las secreciones aumenta. Las infecciones y los problemas de la piel en la vagina modifican la cantidad, el color y la textura de las secreciones vaginales. 

Un aumento súbito de las secreciones vaginales a veces se asocia con infección, por lo que el médico puede descartar infección mediante cultivos y observación al microscopio. 

Por lo que la secreción vaginal es una forma de protección contra otros agentes, por lo que es importante no utilizar jabones con aroma, pantiprotectores de forma rutinaria, desodorantes para esa área, utilizar ropa de licra, o muy ajustada, todo lo anterior puede provocar cambios en el pH vaginal, así como en la secreción vaginal y predisponer a infección. Hay emulsiones especiales para la higiene íntima que mantienen el pH vaginal y no irritan, por lo que cuando acudas a la revisión con el ginecólogo preguntes por el que más te conviene a ti. 


Dra. Susana Soto López

Infecciones vaginales

Existen algunos padecimientos que pueden afectar el cuello del útero y la vagina, que son motivo de revisión por parte del experto, que comprenden diferentes síndromes (lo que se define como un conjunto de síntomas y signos que integran una enfermedad), entre los que encontramos: 

* Cervicitis mucopurulenta (inflamación del cuello del útero con secreción vaginal purulenta): Esta inflamación es atribuida a enfermedades de transmisión sexual, lo cual es muy común y afecta a más de las mujeres en algún momento de su vida. Los agentes más comunes asociados son Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae. Si no se recibe tratamiento oportuno puede llevar a cicatrices tubarias, infertilidad, embarazo ectópico y dolor pélvico crónico. Los datos que se asocian a esta infección son secreción vaginal purulenta, erosiones, sangrado cervical que no corresponde a la menstruación y post relaciones sexuales. Sin embargo, un buen número de mujeres cursan de forma asintomática, por eso la importancia del papanicolaou cada año. Con un tratamiento antibiótico oportuno y terminar el tratamiento completo se pueden evitar las complicaciones a largo plazo que estos microbios provocan. 
* Vulvovaginitis (Inflamación de la vulva y de la vagina): Los agentes más comunes son Candida albicans y trichomonas vaginalis, además la vaginitis por atrofia relacionada con la menopausia, facilita el crecimiento de bacterias coliformes (del ano por su cercanía con la vagina). También tratables con antibióticos y antimicóticos. En el caso de las pacientes menopáusicas se recomiendo el uso de estrógenos locales y lactobacillus para mejorar el ambiente de la vagina. Cuando hay una infección por trichomonas vaginalis puede cursar con secreción vaginal con mal olor y comezón en los genitales, en el caso del hombre puede tener inflamación por la uretra (dolor o ardor al orinar). 
* Síndrome de ulceración genital (presencia de úlceras en los genitales): Causada por virus de herpes simple 1 y 2, el treponema pallidum (Sífilis), y otros agentes. En el caso de herpes virus se puede presentar comezón, dolor en el sitio de las lesiones, que pueden ser vesículas que una vez resultas dejan costras. Es importante que al notar alguna úlcera aunque no sea doloroso acudir de forma oportuna al médico para revisión y dar tratamiento lo más pronto posible. 

Es importante tomar en cuenta que cuando estamos sometidas a mucho estrés, tomamos antibióticos de forma indiscriminada (automedicación), usamos ropa muy apretada o que no sea de algodón; las infecciones vaginales se pueden presentar, por lo que un manejo oportuno nos lleva a evitar muchas complicaciones. 





Dra. Susana Soto López


domingo, 12 de enero de 2014

Autoexploración mamaria

Una vez que nosotras como mujeres llegamos a la pubertad y se comienza el desarrollo de las glándulas mamarias debemos iniciar la autoexploración. Ya a partir de los 20 años se debe practicar cada mes. Se debe realizar los días 5 al 7 del ciclo menstrual (recordando que el primer día del ciclo es el primer día de la menstruación y es a partir de ahí que empezamos a contar), esto con la finalidad de encontrar un tejido mamario menos denso. 
La autoexploración consiste en la inspección (esto es ver frente a un espejo) y palpación (tocar la mama). Por lo que debemos seguir los siguientes pasos: 
1.- Frente al espejo. 
2.- Primero observamos las mamas con los brazos a ambos lados, abajo. 
3.- Posteriormente se colocan las manos sobre la cintura apretando firmemente para contraer los músculos del tórax. 
4.- Por último, se colocan los brazos por arriba de la cabeza. 
5.- Todo lo anterior con la finalidad de observar elevaciones, depresiones, cambios en la textura de la piel, coloración.
6.- Ya dentro de la ducha, con la mano enjabonada vamos recorriendo el pecho como en sentido a los los rayos de la rueda de una bicicleta, palpamos toda la mama de afuera hacia adentro para identificar bolitas. 
7.- Si identificamos salida de secreción por el pecho es necesario notificarla al ginecólogo. 

La Sociedad Americana de Cáncer recomiendan un examen por un ginecólogo por lo menos una vez cada tres años entre los 20 y 39 años; las mujeres de 40 años o con antecedentes familiares de cáncer de mama una vez al año para identificar lesiones tempranas. 

El conocer tu cuerpo a través de la autoexploración nos permite una detección oportuna. 





Dra. Susana Soto López


viernes, 3 de enero de 2014

Modalidades de actividad física durante el embarazo

Natación: 
Otorga muchos beneficios en las mujeres con embarazos a términos porque disminuye la incomodidad física, aumenta la movilidad, mejora la imagen corporal y incrementa las conductas saludables, y en algunos estudios se concluye que disminuye el dolor de espalda bajo asociado al embarazo. 

Yoga:
Muchos estudios reportan el efecto benéfico del yoga en la mujer embarazada, ya que disminuye el estrés, ansiedad y dolor relacionado al embarazo, menor discomfort, menor dolor durante el trabajo de parto y menor tiempo de parto. 
Obviamente se deben tomar precauciones con algunas posturas, ya que sobre todo en el último trimestre con el aumento del tamaño del abdomen puede haber alteraciones en el equilibrio que condicionen caídas. Por lo que es importante contar con los consejos del instructor de yoga que indicará las posturas más adecuadas para cada mujer. 
Hay datos que orientan a que el yoga es una práctica muy recomendable para la mujer embarazada, un ejercicio efectivo sobretodo en pacientes en quienes se indique ejercicio de bajo impacto a lo largo del embarazo. 

Cualquier modalidad, ya sean las mencionadas o caminata es aceptable para la mujer embarazada, lo importante es que se mantenga en movimiento, siempre y cuando no haya contraindicación o alguna situación que ponga el riesgo el embarazo. 

Por lo que es de suma importancia que en las primeras consultas, si se quiere continuar o iniciar alguna rutina de ejercicio se consulte con el ginecoobstetra para llevar un embarazo saludable.


Dra. Susana Soto López

Beneficios del ejercicio durante el embarazo

El ejercicio físico es importante durante el embarazo. La calidad y el tipo de ejercicio está relacionado a las costumbres y tolerancia de cada paciente. 

Las mujeres que se ejercitan de forma regular presentan una ganancia de peso menor que las mujeres que permanecen inactivas. 

Algunas de las condiciones que provocan que las mujeres no practiquen ejercicio son ansiedad, depresión y fatiga, los cuales mejoran con el ejercicio regular. 

La práctica de actividad física durante el embarazo es segura, siempre y cuando no estén presentes enfermedades o limitaciones en la madre antes del embarazo que lo contraindiquen y se asocia con mejores resultados en el bebé al nacer. 

Beneficios: 
* Mejor estado físico 
* Mejor imagen corporal 
* Menor riesgo de depresión, preeclampsia, de diabetes gestacional
* Incremento de enzimas antioxidantes 

Recomendaciones: 
* Actividad física de leve a moderada intensidad diariamente por 30 minutos. 
* Todo ejercicio que condicione movimientos bruscos de la pelvis debe evitarse así como los que ocasionan fatiga intensa ya que aumentan el flujo de sangre del útero, aumentando la temperatura de la madre lo que condicionan alteraciones de las oxigenación en el bebé.
* Si la paciente ya realizaba alguna actividad física previo al embarazo puede continuar con la misma siempre que no condicione la situación que se menciona en el párrafo anterior. 
* En cambio, si la paciente va a iniciar una rutina de ejercicio es importante que sea de leve intensidad como caminata o natación. 
* Si hay condiciones de amenaza de aborto, contracciones uterinas, sangrado por la vagina, que condicionen trabajo de parto se debe suspender de forma inmediata la actividad física. 


Dra. Susana Soto López